En julio de este año, la revista NATURA planteó la cuestión de regar las tierras de cultivo moldavas con agua de fuentes subterráneas. Se recibieron respuestas a esta pregunta de ecologistas, doctores en ciencias biológicas, docentes universitarios y destacados representantes de la comunidad civil.
Según Iurie Bejan, doctora en ciencias geográficas del Instituto de Ecología y Geografía, el agua subterránea no se puede usar para riego en Moldavia, ya que afecta negativamente a chernozem debido al alto contenido de sal.
Para utilizar el agua subterránea para el riego de tierras agrícolas, primero debe realizar una investigación exhaustiva, lo mismo que se hizo en 2011-2018.
Es necesario determinar: cuánta agua hay disponible; qué calidad del agua (grado de mineralización); qué tan rápido se recuperará el acuífero si se explota intensamente; determinar la zonificación de las tierras del país mediante el riego de tierras de cultivo con agua subterránea.
Según el doctor en ciencias biológicas Gheorghe Jigueu, los chernozems que se riegan sufren cambios funcionales en las primeras etapas. Los experimentos demostraron que incluso cuando se riega el Dniester, el suelo cambia irreversiblemente, su estructura se daña.
Según los expertos, alrededor del 80% del volumen total de agua subterránea en Moldavia tiene una mineralización de más de 1 g / l, que durante el riego conducirá a la salinización del suelo. Se necesitan nuevas investigaciones por parte de expertos locales e internacionales.
Y solo después de obtener un estudio completo y veraz basado en los principios del uso a largo plazo de los recursos de aguas subterráneas, es posible reanudar el debate público sobre los pros y los contras del riego.