Si bien las sanciones estadounidenses están sofocando la economía de Irán, el país espera cada vez más que el petróleo crudo se convierta en una alternativa rentable a las importaciones tradicionales que alimentaron a muchos iraníes. Para aliviar la difícil situación del pueblo, el gobierno iraní duplicó su producción de papa.
En 2017, toneladas de maíz. Pero desde entonces, varias empresas agroindustriales líderes han dejado de vender alimentos al país por temor a violar las sanciones de Estados Unidos.
En febrero de este año, aparecieron en la red fotos de iraníes comunes obligados a hacer largas colas por carne congelada subsidiada debido al aumento de los precios.
En medio de las crecientes preocupaciones por la escasez de alimentos, el gobierno iraní está duplicando la producción de papa para poner a disposición de las masas alimentos ricos en carbohidratos. Por lo tanto, está tratando de ahogar la amenaza de disturbios sociales debido a la crisis económica.
Irán ha aumentado la producción de papa en más del 20% desde 2009, cuando su cultivo aumentó en 4.1 millones de toneladas.
Desde 2015, Irán ha estado produciendo constantemente 5 millones de toneladas de papas, lo que lo convierte en un producto alimenticio confiable para la población en este momento de crisis.